miércoles

Noción de lo sobrenatural en cuanto Divino Don


Recordemos brevemente que en teología se distinguen dos clases de sobrenatural absoluto: sobrenatural absoluto por esencia, quoad substantiam, y sobrenatural absoluto en cuanto al modo, quoad modum.
Lo sobrenatural por esencia es un don divino otorgado a la criatura inteligente, y que está por encima de toda la naturaleza, en cuanto que ésta no puede producirlo, ni aún pedirlo, exigirlo ni merecerlo; está, pues, no solamente por encima de toda su potencia activa, sino también de todos sus derechos y exigencias. Es algo finito, por ser un don otorgado a una criatura; pero juntamente es algo divino, porque solo lo divino puede estar por encima de las exigencias de toda criatura. Es algo divino, mas comunicado, participado por la criatura, y así huimos de caer en el panteísmo. Realmente no hay sino dos formas de sobrenatural por esencia: la Encarnación y la gracia santificante.
A) En el primer caso, únese Dios a la humanidad en la persona del Verbo, de manera que la naturaleza humana de Jesús tiene por sujeto personal la segunda persona de la Santísima Trinidad, sin padecer alteración alguna en cuanto naturaleza humana; así, pues, Jesús que es hombre por su naturaleza humana, es verdaderamente Dios por su personalidad. Es ésta una unión sustancial, que no confunde dos naturalezas en una sola, sino que las une, conservándolas en su integridad, en una sola persona, que es la del Verbo; es, pues, una unión personal o hipostática. Es el grado más elevado de sobrenatural quoad substantiam.
B) La gracia santificante es un grado menor de ese mismo sobrenatural. Con ella realmente el hombre conserva su propia personalidad, pero modificada a lo divino, aunque accidentalmente, en su naturaleza y potencia activa; no será Dios, mas es deiforme, o sea, semejante a Dios, divinae consors naturae, capaz de esperar la posesión de Dios directamente por medio de la visión beatífica, cuando la gracia se transforme en gloria, y de verle cara a cara, como se ve a sí mismo : privilegio que a todas luces está por encima de las exigencias de las criaturas más perfectas, puesto que nos hace partícipes de la vida intelectual de Dios, de su misma naturaleza.
Lo sobrenatural absoluto en cuanto al modo es en sí algo que de suyo no está por encima de la potencia activa ni de la exigencia de todas las criaturas, sino solamente de alguna naturaleza particular. Tal es la ciencia infusa, que supera la potencia activa del hombre, mas no la del ángel.
Comunicó Dios al hombre estas dos clases de sobrenatural : pues otorgó a nuestros primeros padres el don de integridad (sobrenatural quoad modum) que, completando la naturaleza de ellos, la disponía para recibir la gracia, y juntamente la gracia misma, don sobrenatural quoad substantiam ; el conjunto de estos dos dones es lo que se llama justicia original.

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