martes

Sobre la lujuria

Amar es querer la grandeza de aquel o de aquella a quien se ama. Pero el lujurioso se ama a sí mismo y mal. El otro solo es el objeto de su placer.
La lujuria es estéril, el amor es fecundo.
La lujuria es irreverencia. Y el respeto es la esencia del amor.
La lujuria pretende ser una liberación. Pero es “fuente de sed” y tortura sin grandeza.
El cuerpo es belleza, fuerza y gozo. El placer separado del don no es mas que instinto. Ergo la carne es dueña del espíritu.
El placer no es gozo.
Amar no es tomar, sino recibir y tomar.

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