miércoles

Naturaleza de la Vida Cristiana


Por ser la vida sobrenatural una participación de la vida de Dios, en virtud de los méritos de Jesucristo, defínase la vida de Dios en nosotros, o la vida de Jesús en nosotros. Exactas son estas expresiones, si se explican cuidadosamente, de manera que no tengan aspecto alguno de panteísmo. No es en nosotros una vida idéntica a la de Dios o de Nuestro Señor, sino una semejanza, de ella una participación finita, aunque real, de dicha vida.
Podemos, pues, definirla, diciendo que es una participación de la vida divina, conferida por el Espíritu Santo al habitar en nosotros, en virtud de los méritos de Jesucristo, la cual debemos fomentar y defender contra las inclinaciones contrarias a ella.
Echase de ver que la vida sobrenatural es una vida en la que Dios tiene la parte principal, y nosotros la secundaria. Dios, el Dios de la Trinidad, viene a nosotros para darnos la vida sobrenatural; porque solamente él puede hacernos partícipes de ella. Nos la comunica en virtud de los méritos de Jesucristo, que es la causa meritoria, ejemplar y vital de nuestra santificación. Es, pues, muy cierta verdad que Dios vive en nosotros, que Jesús vive en nosotros; pero nuestra vida espiritual no es idéntica con la de Dios o la de Nuestro Señor, sino distinta, y solamente son semejantes entre sí.
La vida nuestra, en nosotros, consiste en que hagamos uso de los dones divinos para vivir en Dios y para Dios, para vivir en unión con Jesucristo, e imitarle; y, porque aún mora en nosotros la triple concupiscencia, no podemos vivir sino con la condición de pelear contra ésta denodadamente; por otra parte, Dios nos ha dotado de un organismo sobrenatural; debemos procurar su crecimiento con actos meritorios y la fervorosa recepción de los Sacramentos.

1 comentario:

Arctvrvs dijo...

Que buena noticia!!!
Saludos y bendiciones!!!